I
Te perdono haberme comido los ojos,
cuando te des cuenta de aquello que te hace falta,
perdóname también.
cuando te des cuenta de aquello que te hace falta,
perdóname también.
II
Como herencia me quedaron algunos de tus fantasmas, de vez en cuando agarran mis manos y las ponen justo donde vos las ponías.
IIISe me rompio la vena de tu recuerdo.
2 comentarios:
tan viceral, tan femenina!
ufff que sensaciones mezcladas leer este poema...
besos
Muy lindo Rosa. y profundo.Se la admira amiga.
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