miércoles, 25 de agosto de 2010

Pequeño diario de ojos II


I
Te perdono haberme comido los ojos,
cuando te des cuenta de aquello que te hace falta,
perdóname también.

II

Como herencia me quedaron algunos de tus fantasmas, de vez en cuando agarran mis manos y las ponen justo donde vos las ponías.

III

Se me rompio la vena de tu recuerdo.





2 comentarios:

Alelí dijo...

tan viceral, tan femenina!

ufff que sensaciones mezcladas leer este poema...

besos

Marco dijo...

Muy lindo Rosa. y profundo.Se la admira amiga.