Treinta soles y treinta lunas, maltiox abuela Tijax, maltiox abuelo Kame, por enseñarme a danzar con la muerte la danza de la vida...
Esto de la edad nunca me ha preocupado, los años otorgan conocimiento, me gusta cumplir nuevos ciclos y ahora que entro a la treintena voy satisfecha con mis aciertos y errores, con lo que e caminado, ahora dispuesta para lo que viene, con la incertidumbre del destino como certeza de libertad, agradecida con la vida que me ha dado tanto.
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